8×05: Unas placas solares, una chacha y un montón de mierda

Chusa regresará a Mirador de Montepinar decidida a convertirse en madre: años de vida solitaria en las calles de la ciudad han hecho de ella una superviviente nata, pero ahora una nueva prioridad la llevará de regreso a Mirador de Montepinar: Chusa, tratará de hacer realidad su sueño de convertirse en madre junto a su exnovio Coque, el único hombre que no le ha mentido.

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Coque, profundamente enamorado de Nines, desea dar un paso adelante en su relación sentimental. Consciente de que la prima de Raquel es la mujer de su vida, el portero tratará de convencerla para que le presente a sus padres.

Por otra parte, los propietarios de Montepinar 7 aprueban la idea de Enrique Pastor de colocar paneles solares en el edificio para tratar de reducir el coste de la factura de la luz. Sin embargo, sus planes se vienen abajo cuando Fina les denuncia al Ministerio de Industria por la instalación ilegal de los dispositivos solares. A partir de entonces, el presidente del complejo residencial volcará sus esfuerzos en buscar nuevas fuentes energéticas para el inmueble.

Además, una nueva rutina desata un inesperado conflicto en Mirador de Montepinar cuando las chicas comienzan a reunirse en el Max & Henry. Sorprendidos ante la irrupción femenina en el bar, los «leones», se enfrentarán a ellas reclamando el predominio masculino del establecimiento.




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